Villa Romana de Carranque, Toledo
Al norte de la provincia de Toledo y en un ameno paraje regado por un ya caudaloso río Guadarrama, muy cerca de la actual población de Carranque, se emplazan los restos de la llamada villa romana de Materno, uno de los yacimientos arqueológicos que más interés han suscitado en la Península Ibérica durante las últimas dos décadas.
El conjunto, dotado en la actualidad de una magnífica infraestructura destinada tanto al estudio como a la divulgación del yacimiento, fue descubierto de manera casual en 1983, cuando un agricultor de la cercana localidad de Carranque, topó mientras realizaba rutinarias labores agrícolas con uno de los magníficos mosaicos que adornaban la villa principal.
A partir de ese momento, se iniciarían una serie de estudios y campañas de excavaciones que acabaron por sacar a la luz un magnífico conjunto arqueológico sobre el cual, incluso se llegó a especular que pudiera tratarse de la aún ignorada ciudad romana de Titulcia. En la actualidad, pese a que continúa estudiándose y avanzando en las investigaciones, los especialistas coinciden en relacionar el yacimiento con los restos de una villa campestre relacionada con un influyente patricio de nombre Materno, directo colaborador -posiblemente familiar- del emperador romano Teodosio.
El parque arqueológico, sobre el que a buen seguro quedan numerosos restos por salir a la luz, cuenta con cuatro espacios principales: El llamado "palatium" o basílica; el mausoleo, también llamado ninfeo; la residencia de Materno; y una serie de infraestructuras hidráulicas compuestas por molinos y represas concebidas con el fin de dotar a la villa de todas las comodidades. En los últimos años, y al otro lado del cauce fluvial, han aparecido nuevos restos aún en estudio. En cuanto a la datación se refiere, todo parece indicar que la villa fue construida durante la segunda mitad del siglo IV después de Cristo.
Hoy en día el parque arqueológico es visitable gracias al cuidado centro de interpretación allí instalado, contando con un interesante museo en el que se exponen distintas piezas allí halladas, y donde además, se proyectan una serie de montajes visuales que recrean la forma de vida en la villa durante la época tardorromana.
El Palatium o Basílica
El llamado "Palatium" o basílica se trataba de una construcción de considerables dimensiones que, gracias a los restos de cimentación que han ido siendo descubiertos así como a un hastial conservado, es posible extraer de manera bastante fidedigna su conformación original.
La entrada se realizaba a través de un estrecho vestíbulo a modo de nártex desde el cual, se accedía a un patio abierto rectangular en cuyos flancos se desarrollaban dos corredores porticados sostenidos por sendas columnatas. El cuerpo principal, cuyo ingreso quedaba destacado mediante un frontón de resalte y elegantísimas columnas, constaba de un nuevo vestíbulo rectangular con extremos rematados en exedras que precedía a un espacio central con planta de cruz griega.
Adosadas al costado occidental probablemente en una segunda etapa, llaman la atención una serie de construcciones articuladas en torno a un patio de entre las cuales, destaca una estructura de planimetría cuadrilobulada.
Mucho se ha debatido sobre la finalidad del edificio ya que en parte respeta parámetros propios de las basílicas tardorromanas pero, a su vez, han aparecido diversos restos de clara simbología religiosa como cruces o crismones. Por ello, se tiende a pensar que pudo tratarse de una basílica que, muy tempranamente, pasaría a ser utilizaba como "martiria" o lugar de enterramiento. De ser así, se trataría de una de las primeras edificaciones cristianas de la Península Ibérica.
Pasados los siglos, la estructura fue aprovechada por visigodos, árabes y cristianos medievales, figurando incluso citada en documentos de notable antigüedad como templo dedicado a Nuestra Señora de Batres.
Mausoleo o Ninfeo
A escasos metros de la residencia principal del conjunto han sido recuperados los cimientos de una modesta construcción de planta rectangular rematado en una exedra semicircular en uno de sus lados menores. Esta modesta construcción, concebida a modo de templete arquitrabado, se elevaría sobre un destacado basamento, quedando enriquecido al interior por varios mosaicos hoy apenas conservados.
La planta y la tipología del habitáculo podría relacionarlo con un enterramiento noble, probablemente el del titular de la villa y su familia más directa; sin embargo, las evidencias de la existencia de una fuente en su interior, unida a su posición en el lugar más elevado del yacimiento, han hecho pensar a distintos especialistas que pudiera tratarse bien de una cisterna o, incluso, de un edificio dedicado al culto a las ninfas, de ahí en nombre de "ninfeo" con que también es conocido.
Villa de Materno
Sin lugar a dudas, son los restos de la vivienda del patricio Materno el espacio más interesantes de cuantos han visto la luz en el conjunto arqueológico de Carranque. Protegido en la actualidad mediante moderno entramado cubierto con el fin de garantizar su mejor conservación, las distintas campañas de excavaciones practicadas permiten, además de admirar una magnífica colección de mosaicos, reconstruir de manera bastante fiel la conformación y distribución original del edificio.
Se accedía al interior de la vivienda a través de un pórtico en corredor, tras el cual, abría un vestíbulo de planta circular enriquecido por un elegante mosaico geométrico relativamente bien conservado. A continuación, y como principal núcleo articulador del palacio, un amplio patio ajardinado y porticado daba acceso a las distintas estancias privadas.
Muy cerca del pórtico, en el llamado cubículum de Materno, fue desplegado un interesante mosaico de temática amatoria, siendo reconocible, además de las escenas del Rapto de Hylas por las Ninfas y de Príamo y Tisbe, una cartela con la firma de "Hirinius", posible artífice de la obra. En el mismo sector del edificio fue emplazado el Oecus o sala de recepciones de Materno, un espacio ligeramente rectangular rematado en una exedra poligonal para cuyo pavimento, fue elegido el tema de la lucha entre Adonis y el jabalí en presencia de los dioses Venus y Marte.
En el costado opuesto al pórtico y resaltado en altura respecto al resto de estancias, la sala del triclinium acogía las comidas tanto oficiales como familiares del señor de la villa. Presentaba planta circular y un pavimento figurativo basado en el episodio homérico de la devolución de la esclava Briseida a Aquiles por parte de Ulises, enmarcándose la composición en una serie de trazos geométricos de gran audacia.
Contaba todo el edificio con una moderna infraestructura de calefacción y traída de aguas con el fin de dotar al palacio de todas las comodidades posibles para el disfrute y bienestar de sus moradores; así, se ha conservado buena parte del hipocausto calentado por sus correspondientes hornos, así como distintos entramados de conducciones de agua.
En un habitáculo semicircular orientado al patio conocido como "La Fontana", ha llegado a nuestros días el quizás más célebre mosaico de cuantos componen la colección de Carranque. Se trata del mosaico del dios Océano, personificado mediante un monumental busto barbado rodeado de distintas especies marinas.
De la propia villa de Materno procede buena parte de los interesantísimos objetos muebles expuestos hoy en el museo habilitado junto al centro de interpretación del parque arqueológico, sito a la entrada del mismo.
Molinos y represas hidráulicas
Completa el conjunto arqueológico de Carranque una serie de infraestructuras hidráulicas habilitadas en las orillas del río Guadarrama y de su tributario arroyo de la Sacristanía. En la actualidad se encuentran en fase de estudio y, por lo tanto, cerradas al público.
Además de las construcciones reseñadas, las distintas campañas arqueológicas que en el lugar se siguen practicando, continúan dando sorpresas en forma de nuevos hallazgos.
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